Todo su diseño está pensado para optimizar los flujos de aire bajo la carrocería, tanto en el frontal, su zaga e igual que las molduras laterales.
El color de este prototipo es el denominado por la marca nipóna como «Lominous Metallic Blue».
El habitáculo tiene una configuración similar a los nuevos coupés de cuatro plazas con sus cuatro asientos individuales de corte deportivo. También destaca la pantalla colocada por Mazda al lado del salpicadero con instrumentación y gráficos en 3D.
Esta pantalla tiene tres programas que permiten configurar diferentes aspectos del vehículo: «Business», «Pleasure» y «Sport».
El primero de ello ayuda al conductor a mantenerse conectado a las actividades de su jornada laboral, mientras que el segundo sirve para personalizar el ambiente del habitáculo.
El programa «Sport» modifica ciertos elementos relacionados con la conducción: se activan las levas del cambio ubicadas tras el volante, cambia el ajuste de la suspensión y ciertas funciones dejan de estar operativas para que el conductor sólo se tenga que ocupar del volante, los pedales y el cambio.
Una creación de Yasushi Nakamuta, responsable también del diseño del Mazda MX-5.
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